La obesidad no es solo una cuestión de peso; es un problema que afecta profundamente la salud interna del cuerpo. Uno de los hallazgos más importantes de los últimos años es la estrecha relación entre la obesidad y la inflamación crónica. A diferencia de la inflamación aguda que experimentamos al lesionarnos o enfermarnos, la inflamación asociada a la obesidad es silenciosa y muchas veces imperceptible. No obstante, sus efectos pueden ser devastadores, contribuyendo al desarrollo de enfermedades graves como las cardiovasculares, la diabetes tipo 2 e incluso algunos tipos de cáncer.
El tejido adiposo, en especial el que se acumula en la región abdominal, no es simplemente un depósito de energía. Este tejido tiene una actividad metabólica importante y libera una serie de sustancias químicas conocidas como citoquinas, que desencadenan procesos inflamatorios en el cuerpo. A medida que se acumula más grasa, aumenta la producción de estas citoquinas, lo que intensifica la inflamación y afecta la función de varios órganos vitales. La inflamación crónica asociada a la obesidad incrementa el riesgo de desarrollar enfermedades graves y genera dificultades en el control de factores clave como el azúcar en sangre y la presión arterial. Un aspecto sorprendente es que esta inflamación no desaparece automáticamente al perder peso. Aunque la pérdida de peso es crucial para mejorar la salud, la inflamación puede persistir durante meses o incluso años después. Esto significa que, incluso alcanzando un peso saludable, el cuerpo puede seguir expuesto a los riesgos relacionados con la inflamación que genera la obesidad. El papel de las células inmunitarias, como los macrófagos, es fundamental en este proceso inflamatorio. En condiciones normales, estas células protegen al organismo de infecciones, pero en personas con obesidad, cambian su comportamiento y, en lugar de proteger, contribuyen a perpetuar la inflamación. Cuanto mayor es la acumulación de grasa, mayor es la activación de los macrófagos, lo que genera un círculo vicioso en el que la inflamación se agrava y hace más difícil la pérdida de peso. Por ello, el tratamiento de la obesidad debe ser integral. No basta con reducir el peso corporal; es necesario abordar la inflamación subyacente y sus consecuencias para lograr una mejora real en la salud a largo plazo. Esto implica adoptar hábitos saludables como una alimentación equilibrada, ejercicio físico regular y, en algunos casos, contar con el apoyo de profesionales de la salud que puedan diseñar un plan personalizado. Existen estrategias eficaces para reducir la inflamación, y una de las más importantes es a través de la dieta y la actividad física.
Consumir alimentos ricos en omega-3, como el pescado o las semillas de chía, así como aumentar la ingesta de fibra, puede ayudar a combatir la inflamación. Del mismo modo, la práctica regular de ejercicio, incluso de intensidad moderada, tiene efectos positivos en el cuerpo, reduciendo los niveles de inflamación y mejorando la salud cardiovascular. Es crucial que las personas que han sufrido de obesidad mantengan un seguimiento médico tras perder peso. La inflamación y sus efectos pueden seguir presentes, por lo que el monitoreo continuo y la adopción de hábitos saludables son esenciales para prevenir complicaciones a futuro. El acompañamiento de profesionales de la salud y seguir recomendaciones ajustadas a cada caso pueden marcar una gran diferencia en el bienestar general. Por lo tanto, tratar la obesidad no se trata solo de perder peso. Va mucho más allá de la apariencia física, pues involucra la salud interna del cuerpo debido a la inflamación crónica que esta condición genera. Abordar la obesidad desde un enfoque integral es clave para alcanzar una vida más saludable y plena. Si estás buscando mejorar tu salud más allá de la pérdida de peso, te invitamos a consultar a nuestros especialistas en Nutrición y Metabolismo en Vitalmed. Descubre cómo un enfoque personalizado puede ayudarte a sentirte mejor y cuidar tu bienestar de forma duradera.
Dr. Andrée Sandoval Médico Nutriólogo Doctor en Nutrición y Metabolismo